Estados Unidos. – La actriz estadounidense Kelley Mack, popular por interpretar a Addy en la novena temporada de The Walking Dead, falleció a los 33 años el pasado 2 de agosto en su ciudad natal, Cincinnati, tras luchar contra un glioma del sistema nervioso central, una forma agresiva y poco común de cáncer.
En un emotivo mensaje compartido en su cuenta de Instagram y a través de CaringBridge, su familia describió a Kelley como una “luz vibrante” cuya partida deja un vacío profundo. Sus últimos momentos los pasó rodeada de su madre y su tía; su hermana también reveló la aparición de mariposas como símbolo reconfortante tras su muerte.
Kelley Mack, cuyo nombre real era Kelley Klebenow, acumuló 35 créditos como actriz y 5 como productora durante su carrera. Aparte de The Walking Dead, destacó en series como Chicago Med, 9‑1‑1, y protagonizó películas como Broadcast Signal Intrusion y Delicate Arch.
La actriz fue diagnosticada en septiembre de 2024 luego de presentar síntomas que inicialmente pasaron como dolor lumbar. Una resonancia reveló una anomalía en su médula espinal que derivó en el diagnóstico de un glioma difuso, enfermedad que documentó públicamente con valentía y transparencia.
A pesar de las complicaciones, como una parálisis parcial tras una biopsia de columna, Kelley siguió luchando. Celebró avances como volver a caminar con apoyo y continuó trabajando en el film Universal, que se estrenó poco antes de su fallecimiento.
Además de su trabajo en televisión y cine, participó como actriz de voz en promociones de Spider-Man: Into the Spider‑Verse, doblando a Gwen Stacy, y también protagonizó campañas publicitarias para marcas como Dr. Pepper o Chick‑fil‑A.
Su familia ha programado un evento de recuerdo en su honor para el 16 de agosto en Ohio, donde amigos, colegas y fans podrán asistir a una ceremonia conmemorativa y rendir homenaje a su legado artístico y personal.