Madrid, España. – Vallecas vive horas de tensión con motivo del partido entre el Rayo Vallecano y el KF Shkëndija Tetovo, de Macedonia del Norte. Hoy jueves 2 de octubre, a las 18:45 horas, en el Estadio de Vallecas, se juega la primera jornada de la fase de grupos de la UEFA Conference League. Las autoridades han declarado el encuentro “de alto riesgo”.

Para garantizar que todo se desarrolle sin incidentes, la Delegación del Gobierno en Madrid pondrá en marcha un dispositivo de seguridad compuesto por 320 efectivos. Entre ellos habrá agentes de la Policía Nacional (incluyendo la Unidad de Intervención Policial, la Brigada Móvil, la Unidad Especial de Caballería, la Brigada Provincial de Información), Policía Municipal, Samur-Protección Civil, Bomberos, vigilantes y auxiliares de seguridad del club. También se reforzará la vigilancia en el transporte público, especialmente en Metro.

Se espera la llegada de cerca de 200 aficionados nor-macedonios, de los cuales unos 100 serían ultras del Shkëndija, conocidos como “Ballistët Tetovë”. Este grupo visitante tiene fama en Europa por su pasión, su fuerte seguimiento en competiciones internacionales, y también por episodios problemáticos en desplazamientos.

En el otro lado, los Bukaneros, la hinchada ultras del Rayo Vallecano, también están al tanto. Este grupo lleva décadas con una identidad clara: ideología de izquierdas, antifascismo, antirracismo, participación comunitaria, pero también han protagonizado incidentes y choques con otros grupos ultras o con las fuerzas de seguridad.

Uno de los puntos que más preocupa es que la zona visitante del estadio no está separada completamente de la grada local. Algunos aficionados del Rayo estarán sentados justo al lado o debajo de los ultras del Shkëndija, lo que, para muchos, aumenta el riesgo de provocaciones o altercados. Además, los controles de acceso serán más estrictos de lo habitual para todos los asistentes.

Los vecinos de Vallecas ya expresan su nerviosismo. Hay incertidumbre sobre qué pasará antes, durante y tras el partido, especialmente en los trayectos al estadio y en establecimientos cercanos. En redes sociales algunos aficionados locales advierten: “Ojalá que no salgamos en las noticias por problemas”, reflejando el deseo de que prime el deporte frente a los sobresaltos.

Desde el club, las autoridades policiales y municipales se hace un llamamiento a la responsabilidad: colaborar en los controles, evitar provocaciones, acudir con antelación. Se insiste en que el buen comportamiento de los hinchas del Rayo puede marcar la diferencia para que un partido histórico se recuerde por el fútbol, no por disturbios.

Queda claro que este partido supone un hito para Vallecas: tras muchos años sin tanta visibilidad europea, el estadio vibrará internacionalmente. Pero también supone un gran reto en materia de seguridad. Si el operativo consigue funcionar bien, será una victoria más allá del marcador.